CARTA DIRIGIDA A SU SANTIDAD, EL PAPA FRANCISCO,

sobre la postura de la Iglesia Católica en relación con la tauromaquia y otros festejos taurinos:

 

L’ASSOCIAZIONE CATTOLICI VEGETARIANI, considera, a su juicio, que:

 

A)Existen diversos pasajes bíblicos que inspiran el respeto y amor hacia todas las criaturas de Dios, incitando al ser humano a adoptar una alimentación libre de animales. Tal es el caso de Génesis 1:26 y Génesis 1:29:

 

Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra”.

Dios dijo además: “He aquí que os he dado toda planta que da semilla que está sobre la superficie de toda la tierra, y todo árbol cuyo fruto lleva semilla; ellos os servirán de alimento”.

Como conocemos, el dominio al que hace referencia Génesis 1:26 no ha de interpretarse en el sentido de explotación, tortura o muerte, sino que se ha de interpretar en el sentido de que, el ser humano, al ser una criatura racional y consciente del sufrimiento que pueden experimentar los animales, ha de ejercer sobre ellos un papel de cuidador y custodio, sabiendo que muchas criaturas de Dios fueron creadas con la capacidad de sufrir y de disfrutar (es decir, dotadas de un sistema nervioso central).

 

  1. B) En este sentido, cabe también recordar lo dispuesto en el catecismo (§2415 y §2416):

El uso de los recursos minerales, vegetales y animales del universo no puede ser separado del respeto a las exigencias morales. El dominio concedido por el Creador al hombre sobre los seres inanimados y los seres vivos no es absoluto; está regulado por el cuidado de la calidad de la vida del prójimo incluyendo la de las generaciones venideras; exige un respeto religioso de la integridad de la creación.

 

Los animales son criaturas de Dios, que los rodea de su solicitud providencial (cf. Mt 6, 16). Por su simple existencia, lo bendicen y le dan gloria (cf. Dn 3, 57-58). También los hombres les deben aprecio. Recuérdese con qué delicadeza trataban a los animales san Francisco de Asís o san Felipe Neri.

 

  1. C) Igualmente, en relación con la tauromaquia y los festejos taurinos, conviene destacar lo dispuesto en el  §2418 del catecismo:

 

Es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas.

 

  1. D) Resulta plenamente aplicable la Bula de San Pío V: «DE SALUTIS GREGIS DOMINICI» (1567), en virtud de la cual se prohibía a los cristianos la celebración de este tipo de eventos de maltrato y crueldad animal, calificándolos de obras demoniacas:

“…considerando que esos espectáculos en que se corren toros y fieras en el circo o en la plaza pública no tienen nada que ver con la piedad y caridad cristiana, y queriendo abolir tales espectáculos cruentos y vergonzosos, propios no de hombres sino del demonio, y proveer a la salvación de las almas, en la medida de nuestras posibilidades con la ayuda de Dios, prohibimos terminantemente por esta nuestra Constitución, que estará vigente perpetuamente, bajo pena de excomunión y de anatema en que se incurrirá por el hecho mismo (ipso facto), que todos y cada uno de los príncipes cristianos, cualquiera que sea la dignidad de que estén revestidos, sea eclesiástica o civil, incluso imperial o real o de cualquier otra clase, cualquiera que sea el nombre con el que se los designe o cualquiera que sea su comunidad o estado, permitan la celebración de esos espectáculos en que se corren toros y otras fieras es sus provincias, ciudades, territorios, plazas fuertes, y lugares donde se lleven a cabo.

[…]

Del mismo modo, prohibimos bajo pena de excomunión que los clérigos, tanto regulares como seculares, que tengan un beneficio eclesiástico o hayan recibido órdenes sagradas tomen parte en esos espectáculos”[1].

 

  1. E) En este orden de ideas, resulta inevitable mencionar la Encíclica ‘Laudato Sí’ [2], que en su apartado 130 se remite a lo dispuesto en el catecismo (§2415 y §2418):

“Recuerda con firmeza que el poder humano tiene límites y que ‘es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas’. Todo uso y experimentación ‘exige un respeto religioso de la integridad de la creación’”.

No obstante, sin lugar a dudas es en el apartado 92 de la Encíclica donde encontramos un mayor fundamento para que la Iglesia Católica se posicione oficial y expresamente en contra de la celebración de festejos taurinos:

“…también es verdad que la indiferen­cia o la crueldad ante las demás criaturas de este mundo siempre terminan trasladándose de algún modo al trato que damos a otros seres humanos. El corazón es uno solo, y la misma miseria que lleva a maltratar a un animal no tarda en manifes­tarse en la relación con las demás personas. Todo ensañamiento con cualquier criatura ‘es contrario a la dignidad humana’ “(§2418).

 

  1. F) No solo encontramos argumentos en los textos religiosos cristianos, sino que también resulta acertado decir que, en los últimos años, se han producido avances a nivel legislativo que han buscado acabar con este tipo de maltrato animal.

A título de ejemplo, actualmente en España se están recogiendo 500.000 firmas para la Iniciativa Legislativa Popular “No es mi cultura” que pretende reformar la legislación española para que la tauromaquia deje de ser considerada como patrimonio cultural.

Igualmente, y de manera reciente, Colombia prohibió las corridas de toros en 2024.

Sin embargo, y lamentablemente, en la actualidad, algunos países (España, entre ellos), siguen manteniendo la legalidad de esta práctica: España, Francia, Portugal, India, China, Venezuela, Ecuador, Perú, Guatemala y México.

Por su parte, en el resto de países este tipo de eventos está totalmente prohibido, o bien parcialmente prohibido, como en Estados Unidos, Canadá, República Dominicana, Costa Rica, Nicaragua y Honduras (no se puede matar ni herir de gravedad al toro)[3].

En este orden de ideas, y a pesar de que la Unión Europea respeta las tradiciones culturales de sus Estados miembros, reconoce la sensibilidad y sintiencia de los animales en su art. 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea:

“Al formular y aplicar las políticas de la Unión en materia de agricultura, pesca, transporte, mercado interior, investigación y desarrollo tecnológico y espacio, la Unión y los Estados miembros tendrán plenamente en cuenta las exigencias en materia de bienestar de los animales como seres sensibles…”.

 

Por lo expuesto anteriormente,

L’ASSOCIAZIONE CATTOLICI VEGETARIANI considera que, visto lo anterior, sería oportuno un posicionamiento claro, firme y sustancial en defensa de los animales por parte de Su Santidad, ya que estaría en consonancia con la defensa férrea de toda la creación divina, y sin lugar a dudas, ayudaría a terminar con la tauromaquia y otros festejos taurinos en países que aún la mantienen vigente y que son de tradición católica.

Oremos en comunión por nuestros hermanos los animales y recemos para que se acabe toda forma de explotación, tortura, maltrato y muerte contra ellos

[1] Vid. EXCOMUNIÓN A PERPETUIDAD, San Pío V: Bula «DE SALUTIS GREGIS DOMINICI» (1567), en https://www.eroj.org/paginas/piov.htm págª mantenida por Lorenzo Peña, (consulta de 30 de enero de 2025).

[2] Vid. Carta Encíclica ‘Laudato Sí’ del Santo Padre Francisco sobre el cuidado de la casa común, en https://www.vatican.va/content/dam/francesco/pdf/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si_sp.pdf (consulta de 30 de enero de 2025).

[3] Vid. ROS, M: “MAPA | Los 10 países que permiten la tauromaquia y los 11 que la prohíben”, Newtral, 3.6.2024, en https://www.newtral.es/paises-tauromaquia/20240603/ (consulta de 30 de enero 2025).